Cocina tu propia pesca en Naples y Marco Island
Disfruta del pescado más fresco que puedas imaginar: chefs locales están listos para preparar lo que captures con tu propia caña.
Stephanie Roberts le regaló a su esposo Jordan una excursión de pesca para su cumpleaños número 30. La pareja, proveniente de Michigan, quería comer lo que capturaría.
Entonces es una buena noticia que hayan elegido Naples. Esta ciudad y la vecina Marco Island no solo están repletos de firmas dedicadas a las excursiones de pesca, sino que varios restaurantes locales están dispuestos a “cocinar tu pescado”. Ellos preparan, cocinan y sirven (con sus acompañamientos) los filets de las presas recién capturadas por quienes tienen la fortuna de pescar en las aguas de Paradise Coast.
Se trata de un maravilloso bonus que no es fácil de encontrar en destinos de alto nivel. Imagina que nos estás visitando, te alojas en un resort y contratas una excursión de pesca que se intercalará con sesiones de golf, días de descanso en la playa y otras actividades. Y en ese contexto pescas un ejemplar que cumple con las regulaciones estatales: tiene un tamaño adecuado y se trata de una especie que está en temporada. Comienzas a salivar. ¿Y ahora qué? ¿Vas a comprar una parrilla eléctrica y asarlo en el balcón de tu habitación? No parece una buena idea.
Allí es donde restaurantes como The Dock at Crayton Cove, Riverwalk at Tin City, Bay House, Snook Inn, Kelly’s Fish House y Pinchers, entre otros, se muestran como la solución. Estos establecimientos ofrecen a los viajeros la posibilidad de probar los pescados más frescos que puedan imaginar: los que provienen de su propio anzuelo.
EL MOMENTO DE ZARPAR
El escenario recién descripto es exactamente lo que Stephanie tenía en mente. Aún en Michigan, se contactó con el capitán Mike Bailey de Ms.B.Haven Fishing & Eco Charters, quien le informó que, justamente, podrían comer su pesca. Él mismo organizó el festín con el restaurante The Dock at Crayton Cove, uno de los establecimientos preferidos de los locales desde hace 40 años, ubicado en el centro de Naples junto al agua (incluso tiene un atracadero).
Claro que había que tener en cuenta un detalle: si no había pescado, no habría cena.
Era un mañana de noviembre digna de una postal cuando los Roberts llegaron, a las 6.30, al Ms.B.Haven. Se había levantado un frente fresco, la brisa traía su perfume y el sol resplandecía. Los oriundos de Michigan estaban en shorts y lucían zapatos náuticos grises de Sperry. Ambos de 30 años, habían celebrado su primer aniversario el verano anterior.
La pareja abordó la lancha de siete metros de largo equipada con consola central. El capitán Mike y su compañero, Robert Holzinger, los introdujeron suavemente en el Golfo. Jordan y Stephanie disfrutaron del paseo, cálidamente abrazados, mientras admiraban el magnífico panorama.
Robert lució su destreza con la red de pesca para atrapar peces que sirvieran de cebo. Stephanie ayudó a levantarlos de la cubierta para tirarlos dentro del pote para carnada. Luego de unos instantes, el capitán Mike bramó: “¿Quién quiere pescar?”.
¡Llegó el momento!
LA PESCA
A unos pocos kilómetros de la costa, el capitán Mike y Robert anclaron en una zona de arrecifes artificiales, hábitat de decenas de especies marinas. Está todo muy bien, dijo Stephanie, pero ¿qué es lo que realmente queremos atrapar? Luego de un intercambio de opiniones, se llegó a una decisión: róbalo. El estado de Florida no permite la pesca comercial o la venta de esta especie, pero es legal para los pescadores deportivos atrapar róbalos y quedárselos siempre que respeten temporadas estrictamente delimitadas y límites de tamaño. Afortunadamente para Stephanie y Jordan, la temporada de róbalos estaba vigente. Se trata de uno de los peces locales más venerados debido a su exquisito sabor.
Mike y Robert prepararon las cañas para que luego Jordan y Stephanie lanzaran las líneas sobre aguas que registraban 10 metros de profundidad. La esperanza estaba a flote. Esperaron. Esperaron un poco más. “Ven pececito, ven”, murmuró el capitán Mike. Entonces una caña se dobló y el reel hizo zzzzzzzz. Stephanie trajo la primera captura del día, un pequeño pargo prieto. Era muy pequeño para poder quedárselo, pero rompió el hielo.
Poco después, una caña se arqueó fuertemente. Robert luchó con ella durante unos momentos. Una repentina energía se había apropiado de la lancha y todos los ojos se posaron sobre el agua. “Este puede ser nuestro pez”, exclamó antes de pasarle la caña a Jordan. Siguiendo algunos consejos, el cumpleañero recogió la línea hasta elevar un bello espécimen junto a la lancha, momento en que Robert lo terminó de alzar con una red.
Un gran y maravilloso róbalo. ¿Pero lo suficientemente grande? Tenía que “caer” dentro del límite permitido, entre 71,1 cm. y 83,8 cm. de largo. Tras tomar rápidamente las medidas, el capitán Mike anunció: “¡74,9 centímetros!”.
“’Ven pececito, ven’, murmuró el capitán Mike. Entonces una caña se dobló y el reel hizo ZZZZZZZZ.”
Y estallaron los festejos. La pareja ya tenía su pescado. Cabe recordar que solo es posible llevarse un róbalo del tamaño permitido si la temporada está abierta. Actualmente solo es posible llevarse esta especie en la región de Paradise Coast desde el área sur de Gordon Pass hasta el extremo sur de Naples, en Marco Island y en el Everglades National Park. La temporada de róbalo está cerrada en Naples al norte de Gordon Pass y para el resto de la costa del Golfo hasta el 31 de mayo de 2020.
En cualquier caso tu capitán te puede decir si es legal quedarse con un pez que hayas capturado o si debes regresarlo al agua. Si estás pescando por tu propia cuenta, debes informarte sobre las regulaciones vigentes.
“Estoy muy ansioso por comerme eso”, dijo Jordan secamente. Luego fue el momento de seguir pescando.
LA CENA
Luego de desembarcar en el muelle de Ms.B.Haven y ver a Robert limpiando y fileteando el róbalo y un “tripletail” (lobotes surinamensis), nuestra pareja de Michigan se presentó en The Dock con sus bolsas de plástico repletas de filets de pescados. El personal del restaurante ya los estaba esperando.
The Dock ofrece preparar tu pesca de tres maneras: frita, asada o al carbón. Stephanie y Jordan probaron las tres. El chef Corey Heath cocinó los maravillosos filets. Su ayudante de cocina preparó los platos y añadió ensalada de repollo, vegetales y papas fritas. El mesero presentó tres fuentes abundantes. Stephanie y Jordan miraron su botín y sonrieron ampliamente.
Solo quedaba una cosa por hacer: hincar los tenedores y comenzar el banquete.
“No existe nada mejor que esto”, alcanzó a decir Stephanie entre bocado y bocado.